Añadió que Japón está cubriendo activamente el incidente en los medios de comunicación, y «sabemos con certeza que ha habido una serie de llamamientos a las autoridades japonesas por parte de organismos oficiales rusos». «Por lo tanto, nuestros colegas ecologistas japoneses creen que ahora los guardacostas japoneses se han tomado el asunto en serio e intentarán hacer todo lo posible», concluyó Lisitsyn.
Anteriormente, un representante del ayuntamiento de la ciudad japonesa de Rausu, en la isla de Hokkaido, declaró que, presumiblemente, las orcas pudieron salir sanas y salvas del cautiverio de hielo. Según el funcionario japonés, existe la posibilidad de que los animales caigan en una nueva trampa en otro lugar, pero no se encontraron en la zona de Rausu.