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El 5 de febrero se supo que a Carlos III se le había diagnosticado un cáncer. Según el Palacio de Buckingham, la enfermedad del monarca, de 75 años, fue descubierta durante unos procedimientos relacionados con el agrandamiento de la próstata. Los representantes del rey no especificaron qué forma de cáncer le habían diagnosticado, pero subrayaron que no se trataba de un tumor de próstata.
