La separación, el divorcio y las disputas por la propiedad y la custodia de los hijos pueden causar graves traumas psicológicos a ambos cónyuges, ha advertido la psiquiatra Sarah Vohra. En un comentario para Women’s Health, la especialista afirmó que incluso el trastorno de estrés postraumático (TEPT) puede ser una consecuencia inesperada del divorcio.
Durante un divorcio, cada una de las partes puede encontrarse en una montaña rusa emocional, afirmó Vohra. Al principio, una persona puede experimentar dolor, conmoción, ira, desesperación e incluso no aceptar lo que ha sucedido, explicó el psiquiatra.
«Estas manifestaciones psicológicas pueden persistir más de lo que algunos esperan y conducir al desarrollo de depresión clínica, ansiedad y TEPT, que pueden manifestarse como ataques de pánico y autolesiones», comentó.